Hace sólo una década nos asombrabamos con la interacción (asíncrona) que nos proporcionaban las máquinas (PC) y que aplicada a los procesos de aprendizaje (e-learning) supuso un gran avance.
La banda ancha y el desarrollo de la computación ubicua ha mejorado progresiva y notablemente el acceso a la información y ha permitido que, independientemente del lugar donde estemos y del dispositivo que utilicemos, podamos acceder a herramientas, recursos y datos o desplegar nuestra imaginación y construir mundos virtuales a nuestra medida.
Sin embargo, esto es casi el pasado. La investigación va mucho más allá y los resultados pareceen prometedores.
Leo BBC News, que el proyecto Blue Brain, dirigido por Henry Markam, prevé poder construir, en los próximos diez años, un detallado y funcional cerebro humano artificial, utilizando técnicas de ingeniería inversa.
Desde 2005, Markam y su equipo trabaja en la estructura neocortical para descubrir y describir todas las reglas de la comunicación y las normas de la conectividad. Hasta ahora ya ha simulado los elementos de un cerebro de rata y cuenta con un modelo de software de decenas de miles de neuronas -todas ellas distintas aunque comparten algunos patrones de circuitos comunes- que ha permitido construir digitalmente la columna neocortical.
Para realizar las simulaciones y ver cómo el cerebro percibe el mundo se utiliza el Blue Gene de IBM con 10.000 procesadores.
Obtener esta información, permitirá dar a los investigadores nuevos conocimientos sobre las enfermedades cerebrales, evitará la utilización de animales para realizar experiementos, …, pero me pregunto cuáles serán las implicaciones y los cambios que ello supondrá en nuestro día a día.
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