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viernes, 27 de junio de 2008

¿Se discrimina el conocimiento por razones de idioma?

Pese a que usamos las mismas herramientas y perseguimos los mismos fines, parece que el idioma, y no el contenido, determina en gran medida la expansión y la repercusión de las ideas y el conocimiento.

Un sencillo ejemplo de ello se observa en Wikipedia, la famosa enciclopedia libre. Basta con mirar la edición anglosajona y la española. Nada que ver. Lo mismo sucede con el resultado de las búsquedas realizadas con los buscadores en la red. Salvo en contadas ocasiones, la mayoría de las noticias relevantes sobre parcelas específicas de conocimiento aparecen en webs, blogs, wikis o cualquier otro tipo de publicación virtual escrita en lengua inglesa. Las traducciones al español y los comentarios realizados de forma altruista por personas que dominan el inglés ayudan a que se difundan las ideas del mundo anglosajón pero el intercambio en el otro sentido es casi inexistente.

¿Por qué ocurre eso? ¿Es sólo cuestión del idioma y de las diferencias en el grado de accesibilidad a la red? ¿Son más activos, abiertos o arriesgados quienes piensan en inglés? ¿Colaboran mejor? ¿Por qué no se aprovecha el conocimiento vertido en otras lenguas como la española? ¿Es que no tiene suficiente nivel o simplemente se considera de segundo orden porque no está escrito en el idioma dominante? Existe algún tipo de prejuicio hacia la producción intelectual no escrita en inglés? ¿Hasta qué punto repercute en nuestra visión del mundo el hecho de fundamentar nuestro conocimiento en las investigaciones realizadas en el ámbito anglosajón?

Estamos convencidas de que analizar estas cuestiones debe ser una prioridad dentro de una sociedad que cada vez está más interconectada. Así, aprovechando la iniciativa de George Siemens y Stephen Downes de crear un macro curso de Conectivismo que empezará a funcionar a partir de septiembre, Esperanza Román y Mª Dolores Capdet han creado un grupo de trabajo, abierto a toda persona interesada en participar, que, al hilo de las discusiones que genere dicho curso, tratará de responder estas cuestiones y examinar la forma en la que el creciente conectivismo está afectando la cultura, la forma de aprendizaje y la percepción del ciberespacio entre los miembros de la sociedad hispanohablante.

Si te preocupa este tema, si crees que puedes colaborar, si crees que puedes aportar algo, seas o no hispanohablante, estás invitado. Puedes registrarte en http://tinyurl.com/3oemja, tanto si te has apuntado al curso de Siemens y Downes como si no. Eso sí, en esta ocasión, el idioma de trabajo será el español.

Las diferentes aportaciones, sin duda, permitirán extraer datos muy interesantes.

Esperanza Román

Mª Dolores Capdet

2 comentarios:

eduideas dijo...

En algunos campos sobresale el español y otras lenguas. Creo que hay miopismo entre todos los idiomas: todos leemos en inglés y el nuestro pero nada más, pocas veces se traspasan noticias desde la blogosfera francesa a la española, por no hablar de lenguas más "exóticas". Faltarían páginas de referencia para ayudar a ese trasvase. Sugiero seguir iniciativas como Global Voices que aunque es inglés se abre un poco a terceros países. Segunda medida: conocer los planetas y blogs madre de nuestro tema favorito en las lenguas que podamos leer. Tercera e imprescindible: elevar el nivel del debate para que merezca la pena que nos traduzcan (ya pasó con el debate sobre la red distribuida en el que por una vez no fuimos a remolque sino liderando, cf Deugarte y otros)

Dolors Capdet dijo...

Gracis por tu aportación.

Considero que no se trata tanto de traducir o que nos traduzcan sino de observar las cauas por las que se produce una preeminencia del conocimeinto en un determinado idioma y ver cómo las tecnologías influyen en este hecho, si modifican los comportamientos, los hábitos y las estructuras cognitivas.

Apuntas algo digno de reflexión: elevar el nivel del debate ra que merezca la pena que nos trduzcan. Con ello aceptas explícitamente que el nivel es bajo.

La pregunta es porqué es tan bajo y cómo podemos elevarlo, y no para que nos raduzcan sino para que construyamos, entre todos, una nueva arquitrectura colaborativs de conocimeitno y aprendizaje.

Saludos,