En la segunda jornada del Congreso Internet en el Aula, Alejandro Pisticelli, en su ponencia Reinventando la experiencia docente. Educ.ar dialoga con la web, comentó que el portal educ.ar, igual que otros portales, ha sido durante mucho tiempo ha sido un reservorio de información, algo que ahora ya es insuficiente porque lo que se requiere es dar una provisión de servicios a los usuarios -docentes-. Para ello se necesita una infraestructura tecnológica que potencie el valor educativo de lo que ya tenemos, es lo que llamamos tendencias web 2.0, navegación facetada, información cognitivo-metodológica desintermediada, y tender a crear comunidades autosustentadas que creen inteligencia colectiva. Ello implica cambios que favorezcan la visibilidad, el diseño de una arquitectura de participación, la agregación de usuarios, portafolios generados por los mismos docentes, ...
Hoy la cultura es enormemente más compleja y mucho más sofisticada que la de hace unos años. ¿Cuáles son las competencias necesarias? ¿Qué necesitan saber los alumnos del futuro?, ¿Cómo se han de preparar para lidiar con la infoxicación -término acuñado por Alfons Cornella-?. ¿Cómo pueden los medios digitales fortalecer y acelerar los sistemas de aprendizaje? Se trata de tomar decisiones en un mundo cada vez más complejo e intercultural.
Vigotsky y Piaget pensaban en el conocimiento como algo estático. En cambio hoy el conocimiento es acción, tiene que ver con la transformación -propia y ajena-. Gardner dice que debemos valorar todas las inteligencias. Sin embargo, informes como el Pisa no miden el conocimiento intrapersonal, ni el natural, ni el evolutivo..
Nuestra generación llegó a la Universidad con 20.000 horas de lectura. Un nativo digital llega con 5.000 pero, en cambio llega con muchas horas de videojuego
Hoy día somos prosumidores -productores y consumidores al mismo tiempo- de contenidos educativos. La pregunta es ¿como se pueden conectar aprendizajes formales y no formales? Nuestra generación llegó a la Universidad con 20.000 horas de lectura. Un nativo digital llega con 5.000 pero, en cambio llega con muchas horas de videojuego. Lo que sabe no lo aprendió en la escuela sino en otros entorno, hecho que llega como una amenaza para la reorganización epistémica.
La escuela, la sociedad y el hogar tiene que tomar el toro por las astas porque sino corremos el riesgo de que el aprendizaje formal cada vez se devalue más.
Mi practica educativa en centros de primera líneas es que en clase escuchan y miran internet.
En un curso -de postgrado para 20 docentes- en el Instituto Tecnológico de Monterrey, todos tenían su laptop y hacían lo que querían: unos leían, otros chateaban, ... Si ese es el nivel de distracción, de personas serias que pagaban por el curso, no se puede pretender retener la atención durante 40 minutos de 40 alumnos a la vez, Intel ha inventado na máquina que, pulsando un botón, ves lo que hace el alumno y le puedes paralizar la máquina, eso ya no funciona así.. la atención es flotante, mucho más dispersa.
Antonio Rodríguez de las Heras, catedrático de la Universidad Carlos III y miembro de Educared. En una sugerente y didáctica la presentación de EducaLab, proyecto financiado por la Fundación Telefónica, que se lanzará en las próximas semanas y que representa una línea de trabajo amplia que, en general, en los usuarios de internet ya está implícita: espacialización de la información en la pantalla.
Internet era un libro infinito descuadernado. En lugar de un libro códice eran palabras deshilvanadas y el tema era como buscar nuevas metáforas para colocar la información en el espacio digital.
EducaLab aporta una metáfora, que ya no es la que nos encontramos todos nosotros cuando abrimos internet: página virtual en la que podemos colocar la información que deseamos Ahora nos encontraremos un muro digital y sin límites. En él puede inscrustarse cualquier pieza multimedia. La escritura se hace inconclusa, blanda y se puede remodelar. No es un grafitti sino que podemos cambiarlo de sitio, podemos darle la amplitud que queramos. Pero si es un muro ilimitado, como lo casamos con la estrechez de la pantalla, pues porque ésta es sólo por donde pasa la mirada.
¿Qué hacemos cuando entramos?, pues miramos el índice. Es multimedia, podemos incrustar Google maps -y poner lo que queramos, acercando y alejandolo con el zoom- texto que puede ser tan grande como queramos -podemos colocar scroll-, vídeo y/o audio asociado a texto o imagen.ç
La armonización entre el muro ilimitado y la estrechez de la pantalla es la mirada. Puedo ir hacia atrás y alcanzar una visión panorámica. Con un navegador si marco un punto aparece una cartela que indica de que tipo es el objeto incrustado.
La mirada armoniza y el buscador nos hace de profesor al preguntarle donde está algo y llevarnos al punto donde está
La mirada no tiene porque seguir únicamente las indicaciones del profesor, pueden saltar al punto que les indica su propia mirada. También se puede aproximar con el cursor la partes del muro sin tener que leer las cartelas.
El buscador nos hace de profesor y le preguntamos dónde está algo y nos lleva al punto donde está.
Es una herramienta wifi. Se puede componer una escritura a partir de la colaboración del número de alumnos o de compañeros de escritura que queremos.
Es un muro transparente, de manera de que desde él se puede entrar en cualquier punto del espacio virtual. Es un muro sostenido, ubicuo y deslocalizado -no hay que descargar programas para utilizarlo-.
¿Cómo tenemos que adaptar nuestra escritura y nuestra comunicación en un entorno cada vez más alejado de la cultura libresca? Basándonos en cuatro aspectos:
Nuestra comunicación en la sociedad de la sobreinformación ha de ser dosificada. Hay que aprender la cantidad de información que hay que transmitir, la cantidad de texto que ha de llegar a los ojos.
Saber asociar imagen y texto de otra manera a como hemos aprendido a hacerlo en la página.
En un mundo en movimiento es muy importante la sinestesia de los gestos - qué gestos tienen que acompañar ahora a mi palabra-. Se plasma en la mirada que se desliza en la mirada sobre el mundo
No hay comunicación en internet sino es hipertextual.
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