Acabo de leer un interesante artículo de Dan Pontefract en el que explica la inversión a medio-largo plazo realizado por las principales universidades norteamericanas en proyectos de formación masiva y gratuita.
Explica que toda inversión se realiza en pos de unos objetivos y que éstos parecen estar relacionados con el análisis de los hábitos y comportamiento de grandes masas de estudiantes ante una determinada situación educativa.
Realmente estudiar el comportamiento de los estudiantes se ha hecho siempre. De ahí las numerosas teorías educativas elaboradas al respecto. La diferencia es que con las herramientas de análisis de datos actuales el resultado es mucho más certero.
Tampoco es sorprendente que con los datos obtenidos traten de recuperar la inversión en el ámbito corporativo. De hecho si sus recursos humanos están bien formados las empresas generarán valor de mercado.
Entretanto todo queda reducido a un puro intercambio de datos (estudiantes) por conocimientos (institución).
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