Estaba
leyendo un post sobre las formas cómo reciben y procesan la
información los estudiantes universitarios. La conclusión es no a
las conferencias y sí al trabajo colaborativo.
Plantea
además que una buena forma de estimular el aprendizaje es hacer
preguntas para estimular el interés del estudiante por el tema.
Y
lo cierto es que no acabo de ver dónde está la novedad. Todos
sabemos que se aprende de aquel que nos merece credibilidad. Puede
ser el compañero de clase, el amigo, el tutor, o leer, ver o
escuchar algo de alguien no constituía un referente para nosotros
pero que aporta una información que validamos porque está en línea
con nuestros conocimientos previos. Eso es y ha sido así con y sin
internet.
La
tecnología permite aproximar contextos y mediante sistemas de
audio/viodeoconferencia es posible trasladar conocimiento experto al
aula.
Para
unos, las conferencias tienen un valor incalculable puesto que
permiten recibir de una fuente primaria y de forma directa un
conocimiento que, sin ser experto en la red (son muchos más de los
que los expertos creen), tardaría mucho tiempo en poder obtener y
que, sin duda, les abre nuevas vías de reflexión que luego
resolverán inter/pares o trabajando el tema de forma individual. En
ellas tienen, además, la opción de preguntar y, por tanto, de
resolver dudas o simplemente aclarar conceptos.
Para
otros, en cambio, el modelo ya no es válido porque es una fórmula
añeja que implica la transmisión de un conocimiento vertical (del
experto hacia el que aprende) y consideran que de esta manera se
aprende menos porque la actitud del oyente es meramente pasiva (oye y
no siempre entiende).
Y
eso que genera un debate y un cierto desencuentro entre ambas
concepciones, para mi es un falso dilema. Creo que valdría la pena
plantearse si el problema es la impartición de una conferencia o
simplemente que no ha habido una adecuada elección de tema o de
ponente.
Parece
que siempre se obvia algo fundamental: Cuando no es experto en un
tema lo que se requiere es información contrastada y experienciada
sobre él, ya que ello nos ha de servir de punto de partida.
Cuanta
más información se obtenga, mejor. Si además ésta procede de
fuentes primarias, evitando las interpretaciones y reinterpretaciones
tan frecuentes en la red, mucho mejor.
Las
conferencias no son incompatibles con el método de aprendizaje
peer-to-peer (entre iguales) ni siquiera con el peer-instruction
(basado en preguntas que hacen reflexionar e investigar). Una
conferencia puede iniciar un debate inter-pares, propiciar un trabajo
colaborativo, y dejar un sinfín de preguntas abiertas para la
reflexión y posterior investigación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario