Cuando parece que las opciones de formación e-learning cobran renovado impulso, Roger Schank, en una entrevista realizada por el diario El País, se muestra sumamente crítico: Es la misma basura, pero en un sitio diferente. Las escuelas cogen las nuevas tecnologías y las arruinan. Por ejemplo, cuando salió la televisión todas pusieron una en cada aula, pero la usaban para hacer exactamente lo mismo que antes. Igual ahora con los ordenadores: ¡Oh, sí, tenemos e-learning! ¿Y qué significa? Pues que dan el mismo curso terrible, pero en línea, usando los ordenadores de forma estúpida.
Critica igualmente los modos de enseñar y aprender. Aboga por el learning by doing ya que entiende que lo que necesitamos es conocimiento práctico de por qué suceden las cosas con las que nos enfrentamos cada día de nuestras vidas.
Y, cómo no, los sistemas de enseñanza en general: Las escuelas están controladas por los gobiernos, que no se preocupan de que salga de ellas gente inteligente. Todo lo contrario: quieren gente simple que no se haga muchas preguntas ni complique las cosas.
Sorprende que, con lo mal que nos indica que va todo y de forma tan generalizada, se pueda seguir avanzando.
Es obvio que la educación no atraviesa su mejor momento, que estamos en época de transcición, en la fase beta hacia un nuevo modelo, con errores evidentes, pero también con mejoras significativas y con tendencia generalizada hacia una educación eminentemente práctica y colaborativa.